La geometría
La geometría de una galga extensiométrica es definida por el número de rejillas de medición que tiene y su alineación. Dependiendo de la carga del material, pueden ocurrir diferentes estados de tensión a medir: En estados de esfuerzo uniaxial solo hay una dirección de tensión conocida y se puede utilizar solo una rejilla de medición que esté alineada con la dirección del esfuerzo principal. Por otro lado, en estados de esfuerzo biaxial, ocurren múltiples direcciones de tensión al mismo tiempo; por ejemplo, tensión, presión, flexión o torsión. Además, en algunos casos se desconoce la dirección de la tensión principal, por lo que en estas aplicaciones se debe usar una galga extensiométrica con tres rejillas de medición con diferente alineación. Esto permitirá determinar las magnitudes de la tensión principal y secundaria, así como su dirección.
Longitud de la rejilla de medición
La longitud de la rejilla juega un papel principal durante la medición y depende tanto del material como de la aplicación. Por ejemplo, cuando se mide la curva de tensión (gradientes de tensión) en una pieza de forma muy exacta es preferible colocar varias rejillas de medición cortas una al lado de la otra para lograr una rejilla fina o analizar un punto clave con alta exactitud. Por otro lado, si lo que nos interesa es la carga general, podemos usar una rejilla de medición mucho más larga. La superficie de los materiales también es algo sumamente importante; el hormigón, por ejemplo, es irregular y tiene pequeñas piedras incrustadas. Si la rejilla de medición es demasiado corta, las piedritas incrustadas pueden distorsionar el resultado de la medición porque se aplica un campo de tensión pequeño e independiente en ese punto. Para evitar esto, se debe usar una rejilla de medición más larga: La tensión medida se promediará sobre la longitud de la rejilla de medición.
Temperatura adaptada
Como lo vimos al principio de esta nota, la adaptación de la temperatura de una galga extensiométrica para un material en específico asegura que la deformación del material causada por un cambio de temperatura sea compensada.
Tipo de resistencia
Las galgas extensiométricas generalmente están disponibles con diferentes resistencias de uso común (120, 350 o 1000 ohms, etc.). Una correcta elección de la galga a menudo depende de las limitaciones de la medición, por ejemplo, las resistencias de terminación que se pueden seleccionar en el amplificador o los impulsos de interferencia previstos, el material portador, el material conductor o el tipo de conexión también puede variar. Algunas galgas extensiométricas se pueden suministrar pre-cableadas, mientras que otras tienen que ser soldadas por el usuario. Las galgas pre-cableadas tienen un menor tiempo de instalación, reduciendo los costos al momento de instalar la galga. Existen algunos requisitos básicos que deben cumplirse para asegurar que las galgas extensiométricas funcionan correctamente. Sin embargo, lo más importante es que estén firmemente conectadas con el material para que realmente participen en cada deformación. Debido a esto, las galgas generalmente se pegan con un adhesivo o en ocasiones se sueldan al material bajo prueba.
Adhesivo
Al seleccionar un adhesivo se debe considerar que la consistencia del adhesivo cambia con las variaciones de temperatura. La instalación de la galga en el material es una pequeña ciencia en sí misma: por ejemplo, no se permiten burbujas de aire entre la galga extensiométrica y el material o entre la galga y el adhesivo. Si quieres conocer más sobre la instalación de las galgas te recomendamos leer nuestro artículo ¿Cómo instalar una galga extensiométrica? →
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