La Dra. Rasmussen eligió la Bahía de Skjalfandi al Norte de Islandia como la mejor área para realizar la investigación; es fácil de llegar, está cerca de la costa y en verano es de día las 24 horas, lo que significaba que el equipo de investigación podía salir a primera hora por la mañana, mucho antes de que los barcos de observación de ballenas pusieran en marcha sus motores.
Además, las ballenas azules llegan a la bahía en junio y pueden ser observadas durante aproximadamente cuatro semanas. Las ballenas azules se mueven a su propio ritmo y nunca puedes predecir cuándo van a aparecer ni por cuánto tiempo. Debido a eso, se eligió cuidadosamente un periodo de dos semanas y media para hacer un mejor uso de este limitado periodo de tiempo.
Por suerte, la Dra. Rasmussen tiene una amplia experiencia en investigación marina usando arreglos de hidrófonos para grabar patrones de haz y niveles de sonido, por lo que estaba bien preparada para los detalles técnicos que se presentaran.
En el año 2000, ella había sido parte de un proyecto similar en Andenes, al norte de Noruega, en donde grabó los sonidos hechos por los cachalotes usando hidrófonos modelo 8101 de Brüel & Kjær. El proyecto había sido un gran éxito, por lo que fue una decisión natural usar el mismo equipo nuevamente para el Proyecto Ballena Azul.
Para grabar a las ballenas, la Universidad de Aarhus hizo una grabadora especialmente configurada para que fuese capaz de capturar sonido en un canal y obtener al mismo tiempo una lectura exacta de la señal GPS.
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