Cuando realizamos mediciones de ruido es importante saber qué tipo de ruido vamos a medir, con el fin de poder seleccionar los parámetros, el equipo a usar y la duración de las mediciones, en este artículo te enlistamos los diferentes tipos de ruido.
En casa y en el trabajo a menudo oímos ruidos, procedentes de sistemas de ventilación o de calefacción, a los cuales difícilmente prestamos atención, ya que no tienen características destacables. Esos ruidos nunca paran y no tienen tono, pero si de repente el ventilador se para o empieza a zumbar, el cambio podría llamarnos la atención e incluso molestarnos. Nuestro oído reconoce información en los sonidos que escuchamos, la información que no necesitamos o que no queremos pasar a ser ruido. Las características del ruido que nos hacen atender y prestar atención son tonos o cambios en el nivel sonoro. Cuanto más destacable sea el tono o más abrupto el cambio de nivel sonoro, más perceptible es el ruido.
Las características del ruido que nos hacen atender y prestar atención son tonos o cambios en el nivel sonoro.
Ruido continuo
El ruido continuo se produce por maquinaria que opera del mismo modo sin interrupción, por ejemplo, ventiladores, bombas y equipos de proceso. Para determinar el nivel de ruido es suficiente medir durante unos pocos minutos con un equipo manual. Si se escuchan los tonos o bajas frecuencias, puede medirse también el espectro de frecuencias para un posterior análisis y documentación.
Ruido intermitente
Cuando la maquinaria opera en ciclos, o cuando pasan vehículos aislados o aviones, el nivel de ruido aumenta y disminuye rápidamente. Para cada ciclo de una fuente de ruido de maquinaria, el nivel de ruido puede medirse simplemente como un ruido continuo. Pero también debe anotarse la duración del ciclo. El paso aislado de un vehículo o aeronave se llama suceso. Para medir el ruido de un suceso, se mide el nivel de exposición sonora, que combina en un único descriptor tanto el nivel como la duración. El nivel de presión sonora máximo también puede utilizarse. Puede medirse un número similar de sucesos para establecer una medida fiable.
Ruido de impulsivo
El ruido de impactos o explosiones, por ejemplo, de un martinete, troqueladora o pistola, es llamado ruido impulsivo. Es breve y abrupto, y su efecto sorprendente causa mayor molestia que la esperada a partir de una simple medida del nivel de presión sonora. Para cuantificar el impulso del ruido, se puede utilizar la diferencia entre un parámetro con respuesta rápida y uno de respuesta lenta (como se observa en el gráfico). También deberá documentarse la tasa de repetición de los impulsos (número de impulsos por segundo, minuto, hora o día).
Tonos de ruido
Los tonos molestos pueden verse generados de dos maneras: generalmente las máquinas con partes rotativas, tales como motores, cajas de cambios, ventiladores y bombas, crean tonos. Los desequilibrios o impactos repetidos causan vibraciones que transmitidas a través de las superficies al aire pueden ser oídos como tonos. También pueden generar tonos los flujos pulsantes de líquidos o gases que se producen por causa de procesos de combustión o restricciones de flujos. Los tonos pueden ser identificados subjetivamente, escuchándolos u objetivamente mediante el análisis de frecuencias. La audibilidad se calcula entonces comparando el nivel del tono con el nivel de los componentes espectrales circundantes. Es importante también documentar la duración del tono.
Ruido de baja frecuencia
El ruido de baja frecuencia tiene una energía acústica significativa en el margen de frecuencias de 8 a 100 Hz. Este tipo de ruido es típico en grandes motores de trenes, barcos y plantas de energía y puesto que este ruido es difícil de amortiguar y se extiende fácilmente en todas las direcciones, puede ser oído a muchos kilómetros. El ruido de baja frecuencia es más molesto que un nivel de presión sonora ponderado A. La diferencia entre el nivel sonoro ponderado A y el ponderado C puede indicar la existencia o no de un problema de ruido de baja frecuencia. Para calcular la audibilidad de componentes de baja frecuencia en el ruido, se mide el espectro y se compara con el umbral auditivo. Los infrasonidos tienen un espectro con componentes significativos por debajo de 20 Hz. Lo percibimos no como un sonido, sino más bien como una presión. La evaluación de los infrasonidos es aún experimental y en la actualidad no está reflejado en las normas internacionales.
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