Este planteamiento contiene algunas simplificaciones.
Se supone que la zona donde se aplica la extensión, está a su vez, libre de extensión. Por supuesto, esto no es cierto en términos estrictos.
Se presupone que la sensibilidad del extensiómetro se puede ajustar por medio de la proporción entre la longitud de la zona de extensión y la distancia entre las dos conexiones roscadas. De este modo, en principio se puede conseguir una sensibilidad muy alta, si bien, en la práctica se ha demostrado una señal de salida de 1,5 mV/V a 500 µm/m resulta favorable. Esto da como resultado, un incremento de sensibilidad del 230 % con respecto a una galga extensiométrica de puente completo como la descrita anteriormente.
La dilatación de los componentes a causa de la temperatura se compensa mediante medidas adecuadas en la circuitería.
Además, existen extensiómetros con electrónica integrada que se pueden calibrar en la propia aplicación, creando con ello una cadena de medición extremadamente eficaz.
Los sensores sin electrónica tienen una alta resistencia de puente, del orden de 700 Ω, lo que permite conectar en paralelo varios extensiómetros, sin que se requiera una amplificación excesivamente alta de la tensión de alimentación.
Esta medida produce, no obstante, efectos de extensión que es necesario suprimir y compensar. Por ejemplo, para monitorizar las fuerzas de presión en una columna, la única proporción de extensión relevante es la que resulta de la carga de tracción/compresión.
Supongamos que tenemos dos extensiómetros conectados en paralelo y montados sobre una columna a la misma altura, uno enfrente del otro. Cuando se aplica una carga de flexión, un transductor experimentará una extensión más alta, mientras que el otro tendrá una extensión menor en la misma magnitud. En conjunto, se mide solo la proporción de extensión resultante de la carga de tensión o compresión, y se compensa la flexión.
Los extensiómetros SLB de HBM se pueden montar sobre estructuras utilizando tornillos 4 M6. Para ello solo se requiere una superficie plana, libre de pintura o de cualquier otro revestimiento.
Una vez montado el extensiómetro con tornillos apretados al par recomendado, aconsejamos aplicar alguna protección contra la corrosión, por ejemplo, película ABM75. Con ello, el sensor queda listo para su uso.
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